Agustín Rossi: "Está claro que las leyes votadas sólo serán vetadas por la oposición"
Fuente: LT10 Digital
El jefe de los diputados del FpV anticipa cómo los K enfrentarán un Congreso con mayoría opositora. Se esperanza con una “coalición” que sume aliados de otras fuerzas. Y dice que el consenso de la oposición es un “verso”.
Hace cuatro años es el jefe de la bancada K en la Cámara de Diputados y suele reivindicar su invicto parlamentario: nunca perdió una votación en el recinto. Espada efectiva del oficialismo, el santafesino Agustín Rossi fue confirmado en ese cargo y tendrá la tarea de lidiar –con el mismísimo Néstor Kirchner dentro del bloque– con un Congreso menos favorable tras el recambio legislativo.
–¿Cómo van a sacar leyes el año que viene con una quincena de legisladores menos en el Frente para la Victoria?
–Sí, seremos unos 90.
–¿Qué alianzas van a hacer para aprobar proyectos?
– Veremos. En números redondos, tendremos 120 diputados de lo que llamo la “coalición opositora”. Y hay entre 116 y 117 –auque pueden ser más– de la “coalición oficialista”, que incluye al bloque nuestro más aliados provinciales. Hay 20 diputados que son de los bloques de centroizquierda, que a veces han acompañado posturas del oficialismo y otras no.
–En el último año hicieron alianzas ideológicas –como para la ley de medios– y otras vinculadas con gobernadores en apuros económicos, logrando que diputados que empezaron siendo opositores terminaran votando como ustedes. ¿No es cuestionable esta segunda forma de sociedad?
–Para mí no. Hay dos tipos de leyes: las de trascendencia, que modifican cuestiones estructurales, donde lo ideológico pesa mucho porque es la mirada sobre qué país uno quiere. Eso se expresó en la estatización de las AFJP, en Aerolíneas Argentinas, en la ley de medios. Ahí convocamos a toda la centroizquierda, incluido el socialismo. Y después están las leyes de gestión, con las que es más fácil sentarse a negociar con los que tienen responsabilidad de gobierno. Por ejemplo, la prórroga de la emergencia económica hace unas semanas fue votada por legisladores de San Luis (enfrentados con el kirchnerismo). Esa provincia tenía decretada una norma de emergencia que hacía referencia a la ley nacional. Entonces era fácil sentarse con ellos y decirles: “Muchachos, si no nos apoyan, se cae la ley que acaban de aprobar ustedes”.
–En un panorama de provincias con cuentas en rojo, esto se va a profundizar.
–Yo visualizo que, con lo que hemos sancionado últimamente, hasta después de 2011 no vamos a tener un peso fuerte de leyes de gestión, salvo el Presupuesto. Este mes prorrogamos impuestos (al cheque, Ganancias, cigarrillos) por más de dos y hasta diez años.
–¿Cuenta como propios a los diputados que responden al correntino Ricardo Colombi (el gobernador radical electo que cambió promesas de obras y recursos por apoyo a Kirchner)?
–No los conté. Nosotros nos manejamos con un núcleo propio, con aliados que sabemos que generalmente están, y con otros diputados con los que podemos hablar. Descartamos a quienes dicen que no a cualquier cosa del oficialismo. Como en la reforma política: el voto de la UCR, de la Coalición Cívica, del Partido Socialista y de Santa Fe Federal tiene que ver con un posicionamiento en contra del Gobierno. Ahí no gastamos esfuerzos porque es imposible. Ahora, ojo, que algunos diputados radicales votaron en contra, pero me agradecieron la ley (se ríe).
–¿Quiénes eran? ¿Los que quieren a Cobos presidente?
–No les pregunto. No me meto en la interna radical (se ríe).
–Si ustedes ya tenían el número para darle media sanción a la reforma política, era obvio que el radicalismo no iba a votar una ley para que le achacaran que pactó con la Casa Rosada.
–Pero así se te cae todo el verso del consenso.
–¿Cómo “verso”?
–Hubiese sido muy fuerte sacar una reforma política y electoral con 200 votos en Diputados. Por eso, siento que me corren con el consenso pero nadie quiere consensuar porque privilegian el rol de partido opositor. Eso los llevó a cometer grandes errores.
–¿Cuáles?
–Con la aprobación de facultades delegadas al Poder Ejecutivo, que fue la primera victoria parlamentaria que tuvimos después del 28 de junio. Lo que nosotros estábamos ofreciendo en ese momento era para acordar: la prórroga era sólo por un año –no por dos o tres como había sido anteriormente–, estábamos creando una comisión de seguimiento, ofrecíamos ponerles un tope a las retenciones. Pero se empecinaron en que antes de tratar facultades delegadas había que discutir retenciones –presionados algunos por la Mesa de Enlace– y nos terminaron regalando una victoria: 136 a 100 votos.
–¿Los opositores facilitaron su recuperación?
–Claro. Para la ley de medios se levantaron y se fueron. Usan estrategias claramente equivocadas.
–La oposición pretende imponer para el año que viene una agenda que incluye reforma del Consejo de la Magistratura, autonomía del INDEC, revisión de leyes.
–Podemos consensuar. Lo que está claro es que las leyes aprobadas sólo por la oposición serán vetadas por la Presidenta. Casi con seguridad.
–Entonces, ¿se viene la “vetocracia”?
–Es un instrumento constitucional. No hay que estigmatizarlo. La Constitución no dice que se pueden utilizar diez, tres o dos vetos por año. ¿Qué significa el veto? Que ningún gobierno está obligado a hacer cosas que no comparte por el solo hecho de tener un tercio en cada una de las dos Cámaras. Esto lo pensaron los constituyentes, no lo pensé yo, para prever este tipo de circunstancias. Nosotros no tenemos un gobierno parlamentario, sino presidencialista.
–¿Qué temas van a plantear ustedes?
–Espero, y ésta es una opinión personal, que podamos tratar régimen penal juvenil, que ya tiene media sanción, en general, en el Senado.
–¿Se vienen iniciativas más sociales, como matrimonio gay, aborto, entre otros, con el fin de retener la iniciativa y convocar a la centroizquierda?
–No lo tenemos decidido.
–Mientras Néstor Kirchner asume la conducción del PJ, el peronismo disidente suma adherentes. ¿Qué peso le ve y cuánto los complica?
–Con todos los problemas que está teniendo Macri, la derecha como proyecto de futuro viene perdiendo espacio. Es probable que intente venir por el peronismo. La derecha en la Argentina se refugia en la gestión porque no puede mostrar su ideología claramente reaccionaria. Por eso tiene el discurso de los pozos y los baches. El día que muestran la impronta aparece una derecha que de moderna no tiene nada y que remite a las peores prácticas. Con este escándalo de las escuchas, ¿mirá si le hubiésemos pasado toda la policía a este hombre?
–O sea, ¿usted ve a Macri y a De Narváez, junto a otros peronistas, compitiendo dentro del PJ?
–No sé si lo harán o no. Sí creo que el proyecto de la derecha por afuera traccionando a un sector del peronismo está en crisis. Es probable que la derecha quiera venir por el peronismo. Tenemos que evitar que eso suceda. Es una valoración personal, no una decisión política.
–¿Y dónde lo ve a su coterráneo Carlos Reutemann?
–Es un dirigente que piensa distinto. Nosotros somos un espacio político transgresor, que intenta modificar reglas de juego, aunque nos genere costos. Reutemann es un candidato de la burguesía y gobierna con los poderes establecidos. Ingresó en la política con el menemismo y su pensamiento tiene más que ver con ese modelo. En algún momento nos acompañó porque lo subordinamos por el peso político. No tengo dudas de que tiene más coincidencias con Macri.
–Paradójicamente, algunos kirchneristas dicen que la reforma política, en realidad, aumenta las chances de Cobos.
–El problema es que vos hacés cualquier cosa y se ve la segunda intención. Hoy tenemos un sistema de partidos políticos anquilosados, con un gran peso de las burocracias, y si sos disidente es muy difícil convivir y tus posibilidades de éxito son nulas. Con las primarias abiertas y obligatorias, eso cambia: podés ganar, aunque, como contrapartida, si perdés, te tenés que quedar adentro. Dentro de los partidos se van a generar corrientes de pensamiento muy instaladas que van a competir y así resolverán su contradicción.
–¿Y qué pasa con el socialista Hermes Binner? ¿Podría hacer una fórmula con Kirchner?
–Es voluntarismo. No creo que esté analizándose en ninguna mesa seria.
–Se está repitiendo la película de 2007. El kirchnerismo vuelve a jugar con la posibilidad de un candidato “pingüino o pinguina”…
–Es un síntoma de fortalecimiento del Gobierno. Después del 28 de junio había que salir a plantear que íbamos a tener nuestro propio candidato en 2011 porque los que habían quedado bien parados eran dirigentes que no tenían que ver con nosotros, como Reutemann, Macri, Cobos. Ahora está claro que el oficialismo será una fuerza importante. Podrá ser Néstor, Cristina o algún gobernador.
Néstor se va a ocupar de temas económicos y la Ley de Entidades Financieras podría ser su primer proyecto
Unos pocos metros separarán la oficina de Agustín Rossi del despacho del flamante diputado Néstor Kirchner, en el tercer piso del Palacio Legislativo. El ex presidente, como pedido especial, solicitó que le acondicionaran el lugar que ocupa la vicepresidenta primera del cuerpo, Patricia Vaca Narvaja, que pronto culminará su mandato y se irá como embajadora a México.
–¿Cómo será tener a Kirchner dentro del bloque y, además, al lado?
–(Se ríe). Lo veo muy bien, está muy entusiasmado con asumir como diputado. Para el bloque y para mí, en términos personales, será más que interesante.
–¿Está en buena relación con el ex presidente?
–Para mí será una muy buena experiencia. Y para la Cámara también. Salvo Carlos Pellegrini, creo que nunca un ex presidente fue después diputado, el destino posterior fue, generalmente, el Senado.
–¿Para acordar y negociar, con la impronta dura de Kirchner, no será un obstáculo?
–Nooo. Todo va a ser aporte; no tengo dudas. A nosotros, como espacio político, nos va a venir bien que Kirchner tenga un rol institucional.
–En su entorno, sugieren que Néstor se ocupará de temas económicos y que la reforma de la Ley de Entidades Financieras podría ser su primer proyecto.
–Va a ser un tema del año que viene. No sé si Kirchner tiene una iniciativa alrededor de eso, pero sí la tiene Carlos Heller, que hizo su campaña con esta reforma. Me parece que sí va a estar en la agenda.
–Finalmente, de la cabeza de la lista bonaerense, Kirchner fue el único no testimonial. Justo el día que aprobaban la reforma política, que no contempla nada sobre este aspecto, Nacha Guevara renunció a su banca.
–No creo que lo de Nacha haya que ponerlo en la categoría de testimonial. Son figuras públicas con determinado compromiso que después van ponderando diferentes circunstancias. Ella estuvo reunida conmigo hace dos meses, tenía toda la intención de asumir. Después debe haber analizado otras cuestiones, pero no critico absolutamente nada.
Los porotos infalibles del bloque oficialista
Ya son famosas las listas de Agustín Rossi. Antes de la sesión, confecciona dos o tres borradores con números y nombres de diputados que levantarán la mano para aprobar un proyecto. Luego, él y sus soldados más fieles se dividen tareas y llaman por teléfono para asegurar presencias y votos. Aquí se reproduce la última, donde anotó el pronóstico para la media sanción de reforma política: acertó cien por ciento.
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