"Nuestra lista se identifica con las políticas nacionales", aseguró Rossi

Fuente: LA CAPITAL

El diputado nacional peronista y candidato a la reelección Agustín Rossi cerró anoche en Sportivo América su campaña electoral en Rosario, ciudad donde nació, ante un público perteneciente en un 80 por ciento a barrios de afuera de los bulevares y avenidas. La gente colmó el salón y también el patio del club de calle Tucumán casi Oroño.
   El presidente del bloque oficialista en Diputados, fue acompañado por cerca de 40 colegas de su bancada que vinieron a respaldarlo y entre los cuales sobresalieron tres exponentes de la guardia dura K: Carlos Kunkel (aquel que insultó a Felipe Solá en la votación de la resolución 125), Diana Conti y Patricia Vaca Narvaja. También estuvo Remo Carlotto, hijo de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

   Junto a Kunkel, Conti y Vaca Narvaja, Rossi lideró una conferencia de prensa donde cargó, por igual, contra Carlos Reutemann y Rubén Giustiniani, candidatos a senador por las listas de Santa Fe Federal y el Frente Progresista. Dijo que Reutemann, Giustiniani y también la senadora Roxana Latorre “en el último año y medio votaron juntos y en la misma dirección” en contra de las leyes enviadas por el gobierno, a diferencia de él que le tocó defender los proyectos.
   “Nuestra lista se identifica con las políticas nacionales, estamos consustanciados con los valores que se han transmitido desde el 25 de mayo de 2003 (día de la asunción de Néstor Kirchner) y eso nos permite recorrer la provincia”, gritó el diputado más tarde delante del público que colmó el estadio.
   Rossi se juega el domingo una partida que, de acuerdo al módico objetivo que está planteado, cree que la puede tener casi superada: lograr los votos necesarios que le permitan ser reelecto. Para ello (al elegirse 9 diputados por Santa Fe) debe obtener alrededor del 10 por ciento de los votos positivos. El nivel que alcance en Rosario, donde es más conocido y desarrolló el 90 por ciento de su trayectoria, será determinante para la suerte. Las mayores dificultades intuye que las enfrenta en el interior a partir de los escraches que sufrió en Reconquista y en Venado Tuerto y desde los cuales debió suspender gran parte de las recorridas programadas.
   Rossi defendió al gobierno nacional y al “modelo”, pero no nombró a Kirchner. Hace semanas que no lo hace, quizá consciente de que la figura del ex presidente no despierta la simpatía de antaño.
   Tras agradecer “el rol destacado de la militancia en la campaña”, destacó “los principales logros” del gobierno “en materia laboral, de jubilaciones, de inclusión social, educativa y cultural, todo lo realizado para el notable mejoramiento económico del país y de sus ciudadanos”.
   Todo ello —dijo— “opuesto con los años 90, cuando la macroeconomía crecía y la población se empobrecía” y exhortó a los santafesinos a seguir “apoyando este modelo de transformación social, económica y política”.
   Los votos que saque Leoni el domingo (unido a la boleta de Rossi) también serán seguidos con precisión desde otros lados. Podrían ser determinantes en el destino de Reutemann. Al compartir un mismo electorado mayoritariamente justicialista, esos sufragios puede que le falten al Lole para liquidar el pleito frente a Giustiniani.
   “Reutemann disputa con Giustiniani el espacio de la oposición y cuesta entender cómo desde el justicialismo alguien se puede oponer al latinoamericanismo de nuestro gobierno, al plan de obras públicas distribuido en toda la Nación, a que se aumente 13 veces la jubilación mínima y transitar esta campaña hablando sobre nuestra visión del país, de provincia y de nuestras iniciativas sin necesidad de agraviar a nadie”, agregó Rossi.
   El Chivo habló rodeado de 40 diputados del bloque del Frente Para la Victoria —que él lidera—, del vicerrector de la UNR, Eduardo Seminara; de jefes comunales, dirigentes sindicales, sociales y políticos de Rosario y el sur de la provincia que le brindaron su apoyo, y mostraron su entusiasmo ante una militancia fervorosa que rebalsó la capacidad del lugar para empujar el tramo final de campaña de una lista que sigue mostrando un sostenido crecimiento electoral.